Tomates rellenos

El otro día estaba en casa sin saber muy bien qué hacer para cenar y me toco improvisar algo, así que me puse a hacer unos tomates rellenos de bechamel. Tuve suerte y me salió algo muy rico (no siempre pasa) así que os lo cuento, a ver qué os parece! No sé muy bien si catalogarlo como un primer plato, un segundo plato... Casi mejor os digo cómo lo hice y ya decidís vosotros! Vamos allá!

DIFICULTAD: Media

TIEMPO DE PREPARACIÓN: 50 minutos

INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS:
- 8 tomates.
- Queso suave.
- Queso rallado.
- Rulo de mortadela.
- Media cebolla.
- Sal y pimienta.
- Leche, harina y aceite (para bechamel)


PREPARACIÓN:

• Comenzamos lavando bien los tomates y cortando la tapa superior. Cortamos también una rodaja muy fina de la base para que nos apoyen bien al colocarlos en la bandeja del horno, con cuidado de no pasarnos y que luego al vaciar el tomate se nos haga un agujero en el fondo. Una vez abiertos, con una cuchara o algo similar sacamos toda la pulpa hasta que dejamos sólo la parte carnosa. La pulpa la reservamos para después y el resto lo ponemos cinco minutillos boca abajo para que escurran bien todo el jugo. Una vez escurridos, añadimos un poquito de sal por las paredes y un chorrito muy pequeño de aceite, los colocamos en una fuente de horno y los tenemos unos 30 minutos a 150ºC. En ese tiempo el tomate debería tener la piel un poco tostadita y se la podremos quitar (si queremos) sin excesivos problemas.

• Mientras dejamos el tomate que se vaya haciendo en el horno, en una sartén echamos un poquito de aceite y la cebolla picada en trozos pequeños. Añadimos sal y pimienta y dejamos que se poche a fuego medio. Cuando esté empezando a reblandecerse, añadimos la mortadela picada también en trozos pequeños y la pulpa de los tomates. Corregimos de sal si hiciera falta y lo tenemos otros cinco minutos a fuego un poco más fuerte hasta que el caldo del tomate quede reducido.

• Por otro lado preparamos una bechamel. Más adelante colgaré un post de cómo hacer una bechamel rápida para aquellos que estén más despistados en la cocina. Básicamente freimos una cucharadita de harina en una sartén y añadimos leche templada. Removemos bien a fuego lento hasta que la salsa espese. En este caso añadimos además unos taquitos de queso suave (yo utilicé queso de tetilla) para que quede más rico si cabe. Una vez preparada la bechamel la mezclamos con el sofrito de cebolla y mortadela y seguimos removiendo hasta que coja consistencia suficiente para poder rellenar los tomates.

• Cuando los tomates estén listos, los sacamos del horno y escurrimos bien el líquido que puedan tener en su interior. En caso de que no nos guste la piel es ahora cuando deberemos quitársela. La otra opción es servirlos con piel y que cada comensal decida si se la quiere quitar o no. Personalmente, prefiero comerlos con la piel. 
• Rellenamos cada tomate hasta el tope con la mezcla que hemos preparado, añadimos por encima un poco de queso rallado y los metemos al grill del horno a máxima potencia.

• Lo tenemos unos minutillos hasta que el queso se funda y, con ayuda de una espumadera, los sacamos, emplatamos... y empezamos a disfrutar. Como presentación se pueden dejar tal cual o colocar la tapadera del tomate que habíamos quitado a modo de sombrero. 
• Lo bueno de este plato es que se puede preparar de mil maneras cambiando el relleno. En este caso lo hice de bechamel con mortadela (que es lo que más a mano tenía) pero con jamón y orégano tiene que estar riquísimos, o con gulas y gambas, o... Habrá que probarlos todos! Que aproveche!!

Ya sabéis, si os gusta la receta o tenéis alguna sugerencia, dejadme un comentario. Gracias! ;)