Filloas o crêpes

En mi reciente visita a terras galegas he aprovechado para seguir aprendiendo en la cocina y traernos unas cuantas recetas típicas de allí. En este caso las famosas filloas que allí se suelen preparar en carnaval (las crêpes para los franceses). Se trata de una receta fácil de hacer (aunque laboriosa) y que da mucho juego ya que pueden prepararse tanto para platos dulces (con crema, nutella, helado, mermelada...) como para platos salados (bechamel, jamón y queso...). Al final de la receta explicaremos la diferencia entre ambos tipos de filloas, que, como veréis, es bien sencilla. Lo único imprescindible para esta receta es tener una buena sartén antiadherente grande. Si no la tenéis es mejor que no lo intentéis porque os vais a desesperar a la hora de freirlas. Allá vamos!

DIFICULTAD: Fácil

TIEMPO DE PREPARACIÓN: 1 hora.

INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS:
- Medio litro de caldo de carne.
- Medio litro de leche.
- 300 gramos de harina.
- 4 huevos.
- Mantequilla (o tocino de cerdo).


PREPARACIÓN:

• Comenzamos la receta vertiendo el medio litro de caldo de carne y el medio de leche en una cazuela.  Para preparar el caldo de carne se puede hacer de la manera tradicional, cociendo algún hueso de pollo o de ternera junto con vegetales, o bien poniendo a cocer agua con una pastilla de caldo concentrado. 

• Añadimos los 300 gramos de harina y los cuatro huevos y, con ayuda de una batidora, batimos bien toda la mezcla hasta que no queden grumos. Se puede también batir a mano con alguna varilla, pero es importante que no nos quede ningún grumo de harina. Una vez preparado, dejamos reposar la mezcla un mínimo de 30 minutos. 

• Cuando la mezcla ha reposado, en una sartén grande (y antiadherente, como hemos dicho) untamos un poquito de mantequilla para que no se pegue y ponemos el fuego a potencia alta (la receta original es con tocino de cerdo). Cogemos un cazo de la mezcla que hemos preparado y lo vertemos en la sartén, moviéndola para que la mezcla se distribuya bien por todo el fondo. 

• Cuando la filloa está hecha por un lado (la podemos coger sin que se parta), con ayuda de algún instrumento o con las manos mismas le damos la vuelta en la sartén y la acabamos de hacer por el otro.

• Una vez hecha por los dos lados, la sacamos de la sartén y repetimos el proceso untando la mantequilla y vertiendo un cazo de la mezcla para una nueva filloa. Es aquí donde el proceso se hace algo tedioso... Una vez fritas todas las filloas tenemos este bonito resultado! 

Como ya hemos dicho, la filloa se puede utilizar tanto para preparar platos dulces como para platos salados. La diferencia se encuentra en la proporción de caldo de carne y leche. Personalmente me gusta siempre hacer la receta con mitad caldo y mitad leche, independientemente de si vamos a usarlas para algo dulce o para algo salado, pero también cabe la opción de variar la composición de la siguiente manera: Si vamos a utilizar las filloas para receta salada, sustituimos el medio litro de leche por medio litro más de caldo (en total un litro de caldo), y al revés, si vamos a utilizar las filloas para postre dulce no utilizamos el caldo de carne, sino que usaremos un litro de leche.

Las filloas se pueden tomar recién hechas o dejar en la nevera y comer en uno o dos días. Eso sí, personalmente prefiero las filloas calientes. Una buena opción es meterlas un poquito en el horno antes de comerlas si se nos han enfriado. 

En otra receta del blog veremos cómo hacer crema pastelera y la utilizaremos para hacer unas filloas de crema y ron y otras de crema y caramelo, pero de momento, a modo de sugerencia, os propongo las filloas de jamón y queso o de bechamel y cebolla para las recetas saladas, o simplemente las filloas con un poquito de mermelada para las recetas dulces. Seguro que a vosotros se os ocurren mil combinaciones posibles que habéis visto/probado en creperías. Como veis, es muy fácil, no tenéis excusas para no hacerlas en casa. Que aproveche!

Ya sabéis, si os gusta la receta o tenéis alguna sugerencia, dejadme un comentario. Gracias! ;)